Este fin de semana he asistido a las I Jornadas de arte español contemporáneo en la Fundación Helga de Alvear, Caceres. (http://fundacionhelgadealvear.es/) He tenido la oportunidad de escuchar a unos conferenciantes interesantísimos que han dado todo un repaso al arte español contemporáneo, aunque en mi opinión se han centrado demasiado en sus antecedentes y apenas se ha hablado de la última década. Además he visto la exposición Acercamientos 1 comisariato por Rafael Doctor. Se podrían escribir muchos post sobre todas estas cosas, pero me quiero centrar en la instalación de Ester Pártegas con la que se abre la exposición. (http://www.esterpartegas.com/)
Pártegas nos ofrece a la entrada una sala de espera de un aeropuerto en miniatura. Una sala fría, construida con los materiales artificiales clásicos de su trabajo y con algunos objetos como maletas, alguna revista, un osito de peluche, repartidos entre las sillas y las pantallas de información, que aparecen completamente vacías, en negro, sin dar ninguna información de a donde pueden dirigirse los vuelos que salgan. Una sala de espera exageradamente artificial, perdida en vestíbulo antes de embarcarte en una revisión del arte contemporáneo español más cercano.
La fuerza evocadora del aeropuerto es enorme, es enormemente abstracta, esta concentrada toda la correcta e insípida arquitectura de los aeropuertos internacionales, todo el aséptico aspecto de los cientos de asientos de plástico, de los suelos limpios con enormes maquinas, los objetos olvidados "manchando" el lugar, diminutas huellas de gente que pasa y pasa.
Odio y amo los aeropuertos a partes iguales, se junta el placer de los viajes y la libertad que producen y el enorme peso de la globalización fría, aséptica, correcta y vacua. Espacios absolutamente correctos en la peor de sus acepciones y llenos de energía pasajera.
Ester Pártegas ha creado un espacio que concentra todos los elementos intenacionales de esa globalización insípida. Una sala de espera del s.XXI. En las plantas artificiales que lo decoran anodinamente esta concentrado todo el plástico brillantes de los programas de la MTV.
Cada vez que vuelva a pisar un aeropuerto no podré quitarme la sensación de que ese paisaje ya lo he visto antes, en Madrid, Roma, Londres, New York, Berlín, o todos a la vez en la sala de espera de Ester Pártegas.
Y en esta especie de enorme realismo no puedo dejar de evocar un termino que en mi opinión lo define mucho mejor: abstracción. Pero este tema da para escribir muchísimo más y se merece un post para él solo.
